La presencia de la sombra en las piezas escultóricas, junto a la progresiva desmaterialización de las obras, conducen hasta esta serie, En ella, las sombras producidas por minuciosos grabados en metacrilato transparente se convierten en protagonistas absolutas. Los dibujos simplemente raspados sobre el metacrilato, apenas perceptibles sobre el fondo blanco,  parece que flotan  al proyectar su sombra sobre el fondo de los cuadros, consiguiendo una etérea corporeidad. Esta sensación de suspensión se une a los temas representados, que hacen referencia al agua y al aire, donde los elementos quedan suspendidos flotando. Así, peces, plumas, células y organismos moicroscópicos, grabados con científica precisión, son los protagonistas de estas piezas extremadamente sutiles.